EL BOLILLO
- Rafael Paramo
- 2 sept 2024
- 2 Min. de lectura
La mayoría de los mexicanos nos gusta acompañar nuestar comidas con bolillos, ya sea para una sopa, hacer una torta o simplemente se nos antojó despues de verlo saliendo del horno de la panadería que está cerca de nuestra casa; e incluso para depués de un evento que nos asustó mucho (ya que tenemos una frase muy linda que dice "denle un bolillo para el susto", lo cual, curiosamente ayuda bastante).
Sea cual sea la ocasión por la cual tengas un bolillo en la mano, debes saber que este es parte importante de la cultura mexicana, conocido por todo el país, usado para muchas cosas y con una historia maravillosa.
Con la llegada del trigo a América con la conquista española llegaron también las recetas de panes y nuevas formas de crear este platillo, ya que en América lo usado era el maíz mayormente. Se cuenta que un esclavo afrodescendiente llamado Juan Garrido encontró en un costal de arroz tres granos de trigo, los cuales decidió plantar y solamente germinó uno, dando así origen a la tradición panadera en México (ya hablaremos de los panes tradicionales mexicanos más adelante).
Pasando el tiempo se llegaron a realizar recetas que evolucionaron hasta lo que conocemos hoy como el bolillo, introducido por el panadero francés Camille Pirotte, quien era miembro de la corte del emperador Maximiliano de Hasburgo durante la intervención francesa.
Ahora bien, el bolillo no llegó directo a como lo conocemos en nuestros tiempos, lo primero que se hizo fue el pambazo, un pan tradicionalmente consumido por clases bajas, siendo esto gracias a su bajo costo de producción y su precio accesible. Una de las características que podemos observar aún hoy en día con respecto a la tradicionalidad de estas épocas, es que ambos panes suelen estar recubiertos con una capa gruesa de harina aún después de hornearlo, esto se hace desde aquel entonces para denotar que era el pan para las clases bajas, si bien esto era en aquellos tiempos, hoy en día se hace más que nada para seguir la receta de origen francés, ya que parte de la panadería francesa agrega harina en sus preparaciones antes de hornear (podemos ver esto en diversa hogazas y panes de masa madre).
Hablando de panadería francesa, podemos ver la influencia de este país en panes tan tradicionales como lo es el bolillo, si ponemos atención a la consistencia y preparación del bilillo podemos ver características heredadas de la panadería francesa clásica: un exterior crujiente que contiene un esponjoso interior con burbujas de aire controladas y bellas.
Si bien podemos ver varias variaciones como el birote y la telera, el bolillo siempre ha estado presente en la gastronomía mexicana, siendo parte fundamental de platillos como la torta ahogada o guajolota, tortas de diversidad inmensa, e incluso postres como la capirotada. Así que ya lo sabes, la próxima vex que quieras una torta, o simplemente te espantes... cómete un bolillo.







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